viernes, 27 de julio de 2012

NADA QUE DECIR

       Siempre me ha llamado la atención -ahora más- la estructura absolutamente vacía, torpe incluso, de los espacios deportivos en los telediarios de todas las televisiones. Tienen más minutos que ninguna otra especialidad informativa, por supuesto cien veces más que cultura, por lo general desconocida en casi todos ellos, salvo los ligeros apuntes dedicados por La Primera pero son minutos que se llenan de nada, están vacíos de contenido, carecen por completo de cualquier tipo de interés. Y dentro de esa valoración general, hay un aspecto que realmente me tiene desconcertado: las entrevistas a deportistas, si es que puede llamarse así a esas declaraciones tan absurdas que parecen extraídas de cualquier relato de ciencia ficción. En el resto del telediario, salvo rarísimas excepciones, no se entrevista a nadie pero en deportes, sí. En deportes, cada día aparecen dos o tres individuos balbuceando siempre eso de “Bueno…, sí, estoy contento, bueno… tenemos que trabajar mucho… bueno, espero que todo vaya bien… bueno, la liga será complicada… bueno, el equipo está unido… bueno, ya veremos cómo van las cosas…” y así otra docena de “buenos” en los veinte segundos concedidos a cada protagonista. Me pregunto si en algún sitio, en alguno de los laboratorios que controlan estas cosas, alguien, con un dedo de frente, solo con uno, estará pensando en sustituir ese insulso desfile de individuos sin gracia, capacidad de expresión e ideas que transmitir, por cualquier otra cosa. Por publicidad, incluso.




jueves, 26 de julio de 2012

MEJOR LOS JESUITAS

     Una política de buena prudencia, ahora, antes y siempre, aconseja no cambiar aquello que funciona, al menos mientras siga funcionando. En el terreno práctico, eso se traduce en mantener en sus mismas condiciones aquellas cosas que se venden bien o, dicho en el lenguaje de las audiencias, suma categoría que sirve para medir lo que funciona y lo que no, mantener e incluso potenciar los programas que cuentan con el favor del público mientras que, al contrario, estamos cansados de ver cómo desaparecen de las parillas aquellos otros que tras dos o tres emisiones, se hunden en ese sacrosanto panel controlado por gentes invisibles. Eso, que se aplica generalmente en todos los estamentos, es exactamente lo contrario de lo que va a hacer el llamado ente público (en realidad, un coto de caza privado de quien manda) RTVE. ¿Que hay una serie de programas que funcionan, que en cada oleada trimestral registran más oyentes y espectadores, que están conducidos por profesionales de solvencia capaces de elevar el nivel a cotas nunca vistas antes…? Pues suprimimos los programas y echamos a los profesionales y todos -o sea, ellos, los gubernamentales y sus corifeos de la caverna-, tan contentos. Y esto lo hacen quienes llegaron al poder cargados de tan buenas palabras que, como los encantadores de serpientes, acertaron a engañar hasta a los más espabilados. Así nos luce el pelo ahora. Así es como entienden el servicio público quienes a él se acercan como depredadores con el esencial objetivo de mostrar con toda evidencia que poseen el poder y que eso se traduce en el derecho omnímodo de hacer lo que les viene en gana, cualquiera que sea la conveniencia general e incluso el interés propio porque si las cosas estaban funcionando bien ¿por qué cambiarlas? Ya lo decían los jesuitas: mejor no hacer mudanza.




martes, 17 de julio de 2012

IDEAS RENOVADORAS


     Hay quienes dicen que este gobierno no tiene ideas, que está acobardado, que no sabe cómo salir de la crisis. Discrepo de esa interpretación: este es un gobierno auténticamente renovador, imaginativo, que busca nuevas soluciones para afrontar los graves problemas de la realidad cotidiana. Veamos un ejemplo. Todos los gobiernos anteriores, cuando necesitaban buscar dinero, recurrían siempre a tres focos de ingresos: el tabaco, la gasolina y el alcohol. ¿Ha hecho ese este gobierno? Entre los cientos de medidas que adopta cada viernes, ¿figuran esas? No, señor. Este gobierno abandona un territorio ya trillado y sube los impuestos sobre el cine, el teatro, el circo, los conciertos musicales y cualquier otra cosa que huela a cultura. Eso es tener ideas progresistas, eso es entrar en saco en un sector boyante, al que acude la gente despreocupada, los aficionados a gastar el dinero así, por las buenas. A esos, a esos hay que exprimir el dinero. Hay gente que se lo pasa bien yendo a ver una película o una función de teatro. ¿Quien lujos? Pues que los paguen. Si, señor. A eso se le llama imaginación y renovación de viejos sistemas.

lunes, 16 de julio de 2012

MENOS MAL QUE HAY HUMOR


        Como suele ocurrir, afortunadamente, en los momentos de crisis, cuando la clase política demuestra su absoluta inoperancia y lo peor que hay en ella -y da lo mismo que sean dictadores sin conciencia o demócratas corruptos e incompetentes- surge el sentido del humor, la inteligencia a través de las palabras. Ahora volvemos a vivir uno de esos momentos de esplendor, gracias a la actividad de unos gobernantes procedentes de las cavernas y así encontramos maravillosas piezas que hacen de la ironía y el sarcasmo, creatividad imaginativa. Como el chiste del excelente Rubio que en las páginas de El Día de Castilla-La Mancha juega con iva y viva. Como el tertuliano de una emisora de radio de que combinaba astutamente iva con uvi. Como el sátiro Carlos Latre que enlazaba una salmodia burlona: "Iva a comprar un coche y ya no lo compro", "Iva a irme de vacaciones y ya no me voy". Y así, otros muchos más. Menos que algo nos queda después de los inmorables recortes de esta banda salvadora. Porque nos "ivan" a salvar, ¿lo recordáis? Eso decían hace menos de un año para justificar la conveniencia de que les diéramos el voto. Ellos tenían la solución para todo. Bastaba con echar a Zapatero y los suyos para que todo volviera a la senda del esplendor. ¿Y ahora qué? Pues eso, ajos y agua.

domingo, 15 de julio de 2012

LA INÚTIL CRIATURA DE MONEO


         Uno de los inevitables puntos de referencia, con el debido comentario, entre asombrado, irónico, burlón, escéptico o el sentimiento que en cada momento inspira al ciudadano en cuestión, es el llamado Bosque de Acero, planificado en mala hora con el propósito de servir de recinto ferial a la aburrida ciudad de Cuenca. Son las cosas que podían idearse cuando sobraba el dinero a espuertas, aunque hay que decir que los que vinieron detrás (PP sucedió a PSOE) asumieron la tontería supermillonaría y siguieron enterrando ahí paladas de euros, convencidos de que nunca llegaría una cosa llamada crisis. Pero aunque no hubiera llegado, la pregunta fetén, de los que estamos viviendo aquí y de quienes vienen a vernos es: ¿para qué sirve eso? Pues miren ustedes: para nada. Si ese edificio, o lo que sea (pues no estoy muy seguro de que esa estructura metálica le convenga el apelativo de edificio) tuviera alma, estaría francamente deprimido. Salvo una absurda exposición de objetos varios que tuvo el carácter de acto inaugural y otros eventos de multiforme contenido, desde una feria de la tapa hasta un concierto musical, para nada sirve el objeto en cuestión. Quizá por eso, su presunto autor, el arquitecto Rafael Moneo (Tuedela, 1937), que pronto derivó la responsabilidad creativa, si es que tuvo alguna, a su "Estudio" (¡), haciendo figurar en el proyecto el nombre de su hija, no incluye el Bosque de Acero de Cuenca entre las obras meritorias, que las tiene, naturalmente, que justifican la concesión del premio Príncipe de Asturias de las Artes. Con lo que podríamos fardar en Cuenca de tener en Cuenca la obra de un premiado de tal distinción. Pero claro, si el propio interesado no se reconoce como padre de la criatura, ¿tenemos derecho los demás a presumir de tal cosa? No se por qué, pero me temo que no.

sábado, 14 de julio de 2012

SÍ HAY OTRA MANERA

     Recuerdo perfectamente la primera vez que oí (era a través de la radio) una expresión que, desde entonces, me parece detestable: "Como no puede ser de otra manera". La decía, a través de las ondas y por medio de un micrófono, alguien que en ese momento ocupaba un destacado puesto público provincial (y que, muchos años después, sigue viviendo a costa de todos nosotros, aunque ahora en otro puesto, que así de intercambiables son estos desprendidos servidores del bien público). Desde entonces y hasta ahora, el infame latiguillo se repite por doquier, de unos a otros, hasta llegar a la última y repugnante expresión que padecemos estos días, en boca del señor Rajoy y sus corifeos, esos mismos que hace apenas unos meses iban a salvarnos a todos pues decían, y nos lo creímos en forma de votos, que tenían todas las  panaceas para los males acumulados por este país. Pues ahora van y dicen que no se puede hacer otra cosa, que es obligado continuar con lo que ya habían empezado los otros, pues no puede ser de otra manera. Toma imaginación al poder. Para este viaje no hacían falta alforjas de pollinos votantes. Por eso habría que clamar al cielo, a ver si allá arriba alguien nos oye, que sí, que todo se puede hacer de otra manera, que nada es obligado (ni siquiera por obedecer a Merkel). Sí pueden ser las cosas de otra manera. Aunque, claro, para eso habría que tener otro tipo de políticos y gestores y no la calamidad que nos ha caído encima, para desgracia nuestra.

NO TODOS SOMOS IGUALES



       La Constitución -y otras normas no menos solemnes- dicen que sí, que todos somos iguales, pero sabemos perfectamente que no es así y además hay múltiples ejemplos que lo atestiguan. Observemos por ejemplo esa ceremonia, aireada a bombo y platillo por todos los medios informativos: el gobierno, con su presidente, Mariano Rajoy, a la cabeza, entrega, o sea devuelve, el Códice Calixtino a la catedral de Santiago, que comparece igualmente con su prelado titular a la cabeza, rodeados ambos del bombo que la naturaleza protocolario otorga a tales sucesos. No olvidemos un dato muy importante, necesario para valorar con precisión lo que se pretende en este comentario: la devolución se produce apenas 48 horas después de haber sido localizado el famoso documento, sustraido en condiciones casi rocambolescas por quien parece ser el responsable de la fechoría, un electricista cabreado con el deán de la catedral. 48 horas digo. No hubo obstáculo alguno ni por parte del juez que lleva el caso ni por la policía; todos ellos se lavaron las manos en cuanto a las cautelas precisas. Exactamente lo contrario de lo que viene sucediendo, en un periodo que dura ya por lo menos diez años, con el repertorio de libros sustraidos del seminario San Julián de Cuenca. No solo en este caso la investigación va a paso de tortuga -envidiable la eficacia policial en Santiago de Compostela- si es que va, pues posiblemente está ya archivada, sino que los libros que han sido recuperados siguen retenidos por la policía y el juzgado, pues son precisos, dicen, para formalizar la investigación. Vaya hombre, cautela que no ha tenido mucha importancia en un caso tan sonado como el compostelano. a ver si uno de estos días el presidente Rajoy o, si acaso, alguno de sus ministros, delegados, consejeros o curritos autonómicos o provinciales tienen tiempo de venir a Cuenca solemnizar también la devolución de los libros robados. ¿O hay que decir sustraídos, distraidos, tomados en préstamo o qué otra sutileza? Pero no nos caerá esa breve, pues somo la experiencia y la realidad demuestran cada día, todos no somos iguales y ni el presidente gallego tiene especial apego por las severas tierras conquenses ni la catedral de Cuenca es la de Santiago. Menuda diferencia.

lunes, 2 de julio de 2012

CERRADO POR Y HASTA...


     No se si los seres humanos tenemos mala memoria o es que nos domina la indiferencia o es que nos abruman tanto las cosas del día a día que las demás importan poco y menos aún las que empiezan a formar parte del pasado. Y así, por uno de esos motivos, o por cualquier otro, qué más da, esas cosas presuntamente importantes se van diluyendo hasta caer en el absoluto olvido. Viene todo esto a cuento del Espacio Torner, cerrado inopinadamente en el mes de noviembre con bonitas palabras que aseguraban su retorno en el siguiente febrero. Optimismo que comparte la propia página web del museo, donde se dice de manera taxativa: "Cerrado hasta marzo por cuestiones económicas". Marzo ya pasó, y abril y mayo. Los optimistas bienpensados que estaban seguros de la reapertura para la Semana Santa se quedaron con un palmo de narices. Los menos optimistas, pero que también lo son, convencidos de que ese retorno tendrá lugar para el verano empiezan a mirar al cielo, a ver si escampa la que nos está cayendo encima, porque ya estamos en julio y no hay ninguna noticia de esa reapertura. El propio interesado, Gustavo Torner, calla y quizá ni siquiera está por Cuenca, desanimado con las cosas que están pasando. En su día, la Real Academia Conquense fue de las pocas instituciones (quizá la única) que levantó su tímida voz quejosa. Después, silencio. Y el que calla otorga, asegura la voz del pueblo. Y así, poco a poco, insensiblemente, el olvido se va apoderando de todo y cualquier día nadie recordará que existió un proyecto artístico de envergadura llamado Espacio Torner.

domingo, 1 de julio de 2012

LAS PIEDRAS, SEGÚN MARÍN



Hace meses, muchos meses, abrió y cerró, todo en un pis-pas, el que entonces de llamó "Palacio de Otoño" y ahora reaparece como "El Balcón de la Plaza" que, al menos en el título, es menos pretencioso. Ahí está, en ese hermoso inmueble que, con entrada por la calle Pilares, tiene sus balcones delanteros mirando a la Plaza Mayor y los traseros a la Hoz del Júcar, por lo que, aparte su contenido, los atractivos iniciales están asegurados. También es agradable el paseo por el interior, restaurado con el buen gusto habitual que en estas cosas pone Arturo Ballesteros, de los pocos que quedan, si no el último, con conciencia arquitectónica de cómo fue esta ciudad y cómo debería ser conservada. Reabre pues este espacio expositivo, a caballo entre museo y galería (pues tiene venta directa de lo que se expone) y lo hace con una muestra del trabajo que viene realizando Vicente Marín (Cuenca, 1951), un escultor ya veterano, conocido a ciertos niveles por su esporádica aportación a la Semana Santa, pero que en realidad mantiene viva una vocación, alimentada desde niño, por el trabajo en la piedra. En 1972 ingresó en la Academia de Bellas Artes de San Fernando, trabajando luego como aprendiz en los talleres de varios escultores, hasta vincularse al de su auténtico maestro, Juan Luis Básalo Parodi. Resumiendo, que esto no quiere ser un artículo biográfico, la piedra es, para Vicente Marín, su material preferido. Y a la piedra dedica esta exposición inicial en "El Balcón de la Plaza", con una colección de obras titulada, de manera muy expresiva "Piedras de Cuenca", pues de aquí, de distintos lugares de la provincia, procede de forma mayoritaria el material empleado. En esta, por ejemplo, que he elegido para ilustrar las palabras, utiliza piedra clara de Cueva del Hierro y oscura de Valdemeca. En estas obras queda de manifiesto cómo el escultor continúa su proceso de investigación de las formas y los materiales, siempre buscando la mayor limpieza y claridad en el resultado de las propuestas que ofrece al espectador. Aleccionador, y mucho, este paseo por el mundo creativo de Vicente Marín y por los encantadores recovecos que nos ofrece "El Balcón de la Plaza", cuya visita, por uno y otro motivo, recomiendo calurosamente.