viernes, 29 de junio de 2012

RECLAMAR MANGANA


       Algo debe estar pasando realmente cuando en una ciudad como Cuenca surgen movimientos de protesta ciudadana, rompiendo así la monótona parsimonia fatalista que caracteriza nuestro carácter. Hay protestas en el sector educativo, en el sector asistencial, en todo lo que tiene que ver con la salud, pues en todos ellos este gobierno, el de Madrid y el de Toledo, han decidido meter la mano para conducirnos directamente a la ruina, la pobreza y la desesperación. Como si ellos fueran los nuevos negreros y nosotros, el pueblo, los sierves a los que azotar sin mayores explicaciones. Pero ese no es el tema habitual de estos comentarios; sí lo es otro movimiento reivindicativo y éste le toca al ayuntamiento de Cuenca, principal responsable de que la ciudadanía, todos nosotros, turistas incluidos, hayamos perdido el uso, disfrute y contemplación de la torre de Mangana y sus inmediaciones. Para catorce años ya va el desastre incalificable al que nadie, ningún alcalde y concejales, hasta ahora, ha tenido el valor de poner fin. Por eso el otro día salieron a la calle los vecinos (un grupo, tampoco hay que exagerar) para reivindicar la reapertura de Mangana y sus alrededores, la recuperación plena de ese espacio tan emblemático del casco antiguo, que se encuentra como puede verse en la foto que he elegido para acompañar estas palabras, en pie de guerra, levantado, cruzado por zanjas que dejan al aire las viejas piedras venerables, con los elementos de protección por los suelos, a cielo abierto. Alguien debería ser señalado con el dedo como responsable del desaguisado pero muchos más merecen la reprobación pública ciudadana por su apatía y abandono. No tengo mucha fe en este tipo de actuaciones públicas reivindicativas, porque hay gente que se ha envuelto en firmísimas corazas protectoras en las que todo resbala, pero al menos sirven para que tomemos conciencia todos y miremos hacia el punto señalado. Reclamar Mangana, el fin de las obras ¡ya! y su recuperacion total es una misión colectiva, de todos. Me uno, por completo, a la reivindicación vecinal y la proclamo desde aquí-

No hay comentarios:

Publicar un comentario