miércoles, 19 de octubre de 2016

UN ÁLBUM FOTOGRÁFICO PARA GUARDAR LA MEMORIA



            No se cuánta gente ha ido a ver la exposición montada en el vestíbulo de la Facultad de Periodismo en Cuenca. En realidad, lo que quiero decir es que no se si a muchos conquenses, incluso de los que dicen estar preocupados o interesados por conocer las cosas de su ciudad, se les ha ocurrido dar un paseo por aquél lugar, aparentemente alejado, aunque incluso se puede utilizar como pretexto una visita a los centros comerciales para, de paso, dar una vuelta por la exposición. Convendría hacerlo.
            Se titula Álbum de la memoria, y recoge medio centenar de fotografía realizadas por José Luis Pinós en los años confusos, desconcertantes, pero maravillosos, de la transición. Maravillosos digo, aunque una persona moderna, progresista y al cabo de la calle debería denostarlos, como requieren las modas de estos tiempos. Pues ya ven: digo lo contrario y me reafirmo en lo anterior.
            Las fotos fueron publicadas en su momento en Diario de Cuenca pero Pinós ha conservado los negativos y de ellos, de varias cajas, otro fotógrafo más joven y que no estuvo en aquellas circunstancias, Santiago Torralba, ha realizado una selección, positivándolas de nuevo a tamaño ligeramente ampliado para verlas bien y así, entre uno y otro, tenemos a la vista este apretado compendio de un tiempo para muchos envuelto ya en las nebulosas de la memoria y para otros no solamente totalmente desconocido sino que incluso desean protegerse por una coraza impenetrable para no saber nada de ellos.
            Aquí están las imágenes de Cuenca hace cuarenta años, los campos, los pueblos, las gentes y sus miradas, los políticos y sus falsas sonrisas (en eso no ha habido cambio), las calles, edificios que ya no existen, niños que han crecido, camisas azules, muchas camisas azules, la autoridad competente, los deportistas, entierros, desfiles marciales… o sea, todo lo que fue y estaba como adormilado en ese cajón de donde ahora salen estas fotografías para ponerse ante nosotros, como un espejo.
            Creo que la exposición va a estar hasta noviembre en la facultad de Periodismo. Nadie debería faltar a verla. Aunque cueste un poco de esfuerzo ir hasta allí. Merece la pena, en serio.


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