viernes, 17 de marzo de 2017

FUGACIDAD DE UNA LLAMARADA


            Michael Ignatieff dijo un día: “Voy a ser un político diferente. Voy a cambiar las reglas”. Había nacido en Toronto en 1947 y antes de cumplir los 60 años, en 2006, puso manos a la obra de intentar producir un cambio sustancial en la forma de hacer política en su país, la misma vigente en todos los de occidente y buena parte del resto del mundo. Para llevar a cabo su propósito, Ignatieff emprendió una campaña renovadora, cercana a los electores, yendo de puerta en puerta, prometiendo que haría cosas inimaginables pero que estaban muy dentro de la imaginación de quienes deberían votarle. Lo consiguió y obtuvo un escaño en el parlamento canadiense. Le duró una legislatura. En la siguiente fue borrado por la maquinaria partidista, tras haberse estrellado estrepitosamente en su actividad política. Todo ello lo cuenta en un libro muy recomendable, como aviso a navegantes: Fuego y cenizas. Éxito y fracaso en política, Idealismo y vanidad, hasta caer en las manos de los profesionales del aparato, allí donde reinan los fontaneros de cada partido, los que no dan nunca la cara (o la dan poco) los que no aspiran al lustre de la fama, los que, al fin, tienen la sartén por el mango.
            Michael Ignatieff es un escritor y profesor y, ya, expolítico canadiense. Fue líder del Partido Liberal de Canadá, en la oposición entre 2008 y 2011, hasta que en las elecciones de este último años no solo fue personalmente derrotado, perdiendo su escaño, sino que consiguió el peor resultad de la historia del Partido Liberal, con solo 34 actas, pasando a ocupar el tercer lugar entre los partidos y dejando así de ser la oposición al gobierno. Tras eso dimitió y abandonó la política.
            Aviso y lección para navegantes. Su experiencia queda en este libro sorprendente, que se puede leer como una novela. Aunque hay serias dudas de que los políticos de por acá inviertan parte de su tiempo en leer, entretenidos como están con las tertulias y los micrófonos a pie de calle.


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