José Luis Muñoz. Una visión permanente sobre las circunstancias de la vida cultural en Cuenca, comentada con espíritu comprensivo y un punto crítico. Literatura, arte, patrimonio, cuestiones cotidianas, a través de la mirada de un veterano periodista.
martes, 27 de marzo de 2012
CAPITAL CULTURAL VENIDA A MENOS
EL MUNDO AL REVÉS
Esta foto que hay aquí al lado es de una librería. No es una más, perdida en cualquier rincón del país o del mundo. No, está aquí, en Cuenca y lleva apenas un par de meses abierta. Sí, abierta, de nueva planta. De todas partes nos llegan noticias alarmantes sobre la disminución de librerías, el cierre de muchas que eran tradicionales. Aquí también hemos vivido no hace mucho esa experiencia, con la desaparición de Almudí, en pleno Carretería. Pues cuando en todas partes se registra un claro retroceso de esos lugares entrañables, tan queridos, tan mimados por quienes no nos conformamos con ver catálogos a través de internet, va Rubén y abre una librería en Cuenca. Un local bastante amplio, aunque no exagerado; asequible a la mirada, con los libros bien puestos, al alcance de la mano. Con una sección infantil tan acogedora que a uno le dan ganas de retroceder en el tiempo para poder sentarse en esas maravillosas sillas y mesas. El Cocodrilo se llama este local por tantos motivos envidiable y atractivo. Dice Rubén que las cosas le van bien, que la gente acude, mira, hojea e incluso compra. Merece sobrevivir en este asunto. Cuando desde el poder (todos los poderes) sólo se nos lanzan noticias pesimistas y amargas, que en Cuenca abra una librería es todo un clamor de optimismo. El mundo al revés, pero eso está muy bien.
domingo, 25 de marzo de 2012
LIBERTAD DE EXPRESIÓN
Expresión libre, llaman a la facultad natural de escribir cualquier cosa en cualquier sitio. El sistema habitual es el del graffiti, sea en forma de palabras o pinturas. Los hay muy partidarios de ese sistema, como capacidad innata en el ser humano para expresar lo que lleva dentro. Es una forma de arte, dicen. En Cuenca se practica de forma muy generosa, abundante, aunque tampoco hay que exagerar: pasa en todas partes. Como ocurre siempre, no todo el mundo está de acuerdo; los hay que se oponen, incluso furiosamente, a tales artistas de la brocha o el spray y quisieran verlos sometidos a los más duros tormentos del infierno. La ciudad se estropea, se ensucia, está guarra, dicen. Así somos, blanco o negro, bueno o malo. Quizá es cierto que, a veces, la expresión libre, sus practicantes, se pasan un poco de rosca. Por ejemplo, lo que sucede en esta imagen. Aprovechando que era el día de la mujer trabajadora (¿o de la mujer a secas?) unos espontáneos acudieron a la estatua dedicada a Pedro Mercedes en el barrio de San Antón, junto al Júcar, y la cubrieron de la forma que aquí se ve. Están en su derecho, faltaría más, las mujeres, para reivindicar todo lo que se deba reivindicar. Pero me pregunto qué culpa tenía el pobre Pedro Mercedes para verse sometido a la humillación de soporte de tal mensaje panfletario. Libertad, libertad, cuántas tonterías se hacen en tu nombre.
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