viernes, 11 de mayo de 2012

DESPEDIDA, CIERRE Y APAGÓN




        La sala ha quedado vacía. En el recuerdo, ya lejano, está el día en que concurrimos para llenarla y celebrar así la inauguración. Las campanas se lanzaron al vuelo alegre de la novedad: Cuenca se incorporaba a la modernidad del mundo con sus primeras cinco salas cinematográficas, todas juntitas, formando un multicine, al compás de lo que ya estaba sucediendo en el mundo. Detrás del invento aparecía un nombre prestigioso, Enrique González Macho, impulsor de una muy valorada empresa de distribución, Alta Films y de una no menos reconocida red de empresas de exhibición, los Renoir (¿por qué no le puso Renoir Cuenca a los de Cuenca, como hizo con todos los demás?). Nos dijo palabras prometedoras, sobre la bondad del cine, la modernidad del cine, la calidad del cine. Nos hacíamos la boca agua. Todo eso se nos ponía al alcance de la mano. Hoy, con el cierre de las salas, miramos hacia atrás y nos preguntamos dónde quedó todo aquello. La programación ha sido tan adocenada, tan vulgar, como la de cualquier cine comercial, empeñados además en competir los dos complejos existentes en Cuenca, en vez de diversificarse y buscar cada uno su público. Pero no quiero ser especialmente injusto y echar sobre alguien culpas que son colectivas, de nosotros, de ese ente amorfo e incontrolable al que llamamos público, o sea, gente, que ha dado la espalda al cine en general, o quizá solo a este tipo de cine en particular. Las salas estaban ya, desde hace tiempo, casi vacías, salvo en esos momentos especiales del estreno espectacular de la última basura enviada por Hollywood y aquí recibida con total puntualidad. Anotemos pues la fecha del 9 de mayo de este 2012 de crisis, restricciones, cierres y amarguras como la última en que Multicines Cuenca abrió para proyectar sus postreras películas. Ese último día se proyectaron Lorax en busca de la trúfula perdida, Tan fuerte, tan cerca, Los idus de marzo, Intocable, Marvel los vengadores y Los juegos del hambre. De esas seis películas, tres se estaban proyectando a la vez en las otras salas de la ciudad, Cinema Ábaco, en el centro comercial El Mirador, un fenómeno repetido a lo largo de todo el año. Despidamos con nostalgia, algo de tristeza y mucha insatisfacción a los Multicines Cuenca, que ahora pasan a ser propiedad del Ayuntamiento, abriéndose así un horizonte plagado de incógnitas.



               


OTRO QUE SE VA Y EN SILENCIO



Hace algunos años, diez por hacer la cuenta en números redondos, se implantó en Cuenca un nuevo ente educativo-formativo-creativo, orientado a formar profesionales en una disciplina novedosa, el diseño, aplicado a todas las formas posibles que inciden en nuestro mundo, tan complejo y tan preocupado por lo que tiene que ver con la apariencia de las cosas, para que resulten amables, agradables y reconfortantes. Centro de Diseño de Castilla-La Mancha se llamó el invento que desde entonces ha venido desarrollando una tarea callada, pero eficaz. Hasta ahora. En su mensaje de despedida, el director del centro, Miguel Ángel Mila nos dice que la decisión de cerrarlo ha sido “a todas luces arbitraria, puesto que no habíamos generado ni un solo euro de deuda, a lo largo de diez años de gestión impecable en la promoción del diseño y la innovación en Castilla-La Mancha”, de manera que el argumento económico, tan útil para todo a la hora de cerrar puertas, sean de centros educativos, sanitarios, asistenciales, deportivos o de lo que sea, no tiene aplicación en este caso, pero es igual: lo han cerrado, lo han cancelado. En silencio, sin publicidad. Si alguien estuviera haciendo una relación de pérdidas y supresiones, aquí tiene una más que añadir a la lista.


jueves, 10 de mayo de 2012

PALABRAS POPULARES



        El recorrido periódico por las páginas web de los municipios permite recoger muchas indignaciones, algunos cabreos y, de vez en cuando, agradables sorpresas. A este grupo pertenece la inmersión en la página de un pequeño pueblo conquense, Portalrubio de Guadamejud, que tiene el buen gusto de mantener abiertas uns secciones útiles, informativas, coherentes y sin tonterías chabacanas, como son las que ocupan mucho, muchísimo espacio, de otras. Entre las cosas de interés que aparecen en esa página hay una ciertamente curiosa, un “Diccionario portalrubiero-español” que recoge más de mil términos hablados en el pueblo, con su equivalente traducción en el román paladino académico de uso general. Cierto que algunas de esas palabras se encuentran repetidas en otros lugares, como es cosa lógica y natural, pero hay otras de significado muy preciso, que solo por estos pagos alcarreños tienen sentido. Ahora que el sentido de lo popular está desapareciendo a marchas forzadas, estos trabajos de recopilación tienen evidente utilidad para dejar constancia de lo que existe aún, antes de que lo que queda de siglo acabe radicalmente con todo ello. Y como de paso en la página de Portalrubio hay otras cosas interesantes, mejor que mejor.