lunes, 5 de diciembre de 2011

VIGENCIA DE GERARDO RUEDA



Conservo de Gerardo Rueda un recuerdo amable, no turbado por ningún gesto o frase que pudieran empañar ese sentimiento de amistosa memoria. Creo que quienes en Cuenca le conocieron y trataron coinciden conmigo en esa apreciación. Seguramente no fuímos muchos, porque él hizo una vida menos social que sus compañeros Zóbel y Torner, los otros dos pioneros del arte abstracto español, coincidentes los tres en llevar adelante aquella singular aventura que fue el Museo, vigente todavía hoy, capeando el temporal con soltura. Han pasado ya quince años de su muerte (fue en 1996) y la obra y la personalidad de Gerardo continúa vigente, impulsada desde la fundación que lleva su nombre. Son continuas las exposiciones celebradas y las publicaciones editadas. Ahora llega la noticia de que está a punto de inaugurarse un centro de arte de carácter monográfico en Oporto, donde quedarán expuestas más de 300 obras del artista. El dato, junto con otros de diversas actividades relacionadas, viene a confirmar la vigencia de Rueda, con la reafirmación una vez más, por si no se sabía, que la obra de un artista de verdad le trasciende para continuarle más allá de la muerte.

CINE POPULAR

Ya sabemos que en este mundo pasan cosas muy raras, de las que no sorprenden de vez en cuando. El cine, por ejemplo, es un espectáculo, arte o entretenimiento que cada vez consigue atraer menos la atención de los espectadores, salvo esos grandes títulos, bien cargados de efectos especiales y emociones de ultratumba que arrastran multitudes, al menos durante unos cuantos días. Pero el otro cine, el que de verdad interesa, apenas si consigue atraer unas cuantas docenas de aficionados; el resto, la mayoría, prefiere esperar al sistema casero, sea DVD o TV o cualquier otro similar. Y, sin embargo, una cita que tiene lugar todos los lunes en el doméstico salón del Centro Cultural Aguirre, consigue llenarse una semana tras otra para ver peliculas clásicas. Ahora se está haciendo un ciclo dedicado a Marilyn Monroe y ahí me tenéis presentando la primera película del ciclo, "Niágara". Porque lo bueno es que, además, en esas sesiones hay presentación y coloquio final, como en los buenos históricos tiempos que alimentan nuestros recuerdos nostálgicos. Lo dicho: ver para creer. Pues es verdad.


viernes, 2 de diciembre de 2011

MALESTAR SUBORDINADO



La Federación de Asociaciones de la Prensa de España, a través de su junta directiva, ha emitido un comunicado expresando "el creciente malestar de buena parte de la profesión" (atención al dato: buena parte, no toda la parte, como debería ser lógico y ético) ante la creciente costumbre de muchos organismos y personalidades, singularmente políticas, que tras su comparencia y exposición se niegan a contestar a las pregunas de los periodistas. Por ello la FAPE recomienda a los editores y directores de los medios que se niegan a asistir a estas convocatorias o a difundir su contenido, si se ha prohibido a los periodistas ejercer el elemental derecho de preguntar, que ha sido siempre un componente esencial de la profesión. A buenas horas, mangas verdes, cabe añadir aquí. Desde mi óptica personal, como decano de los periodistas de Cuenca, que nunca fui víctima de semejante atropello durante mi actividad, lo que está pasando me parece sencillamente un escándalo, al que se llega por la dócil complacencia, la subordinación manifiesta que por motivos singularmente económicos, pero también ideológicos, se ha ido implantando en los medios durante los últimos años hasta llegar a esta situación que ahora se denuncia. Y con unas recomendaciones que, me temo, nadie va a ser capaz de mantener contra capa y espada. Pues eso, un brindis al sol y a seguir lo mismo.

martes, 22 de noviembre de 2011

NI UNA PALABRA



Bueno, pues ya está, tanto desearlo (él, ellos), tanto esperarlo (nosotros), tanto cantar las previsiones, las encuestas, los augurios, y ya está, listo y preparado para entrar en la Zarzuela y comenzar a pergeñar en la práctica los desastres que corresponden a todo presidente del gobierno. Dejo de lado el enorme repertorio de asuntos generales para centrarme en uno, el que realmente me interesa y por el que existe este blog. De Rajoy no conocemos prácticamente nada de lo que va a hacer en adelante (buen cuidado ha tenido de mantenerlo en silenio) pero menos que nada sobre ese asunto tan resbaladizo al que llamamos cultura. Ni una sola vez se le ha deslizado entre los labios semejante vocablo. Para ser justo y equilibrado es preciso reconocer que a su oponente, Rubalcaba, tampoco. Fue desolador cargar con aquel remedo de debate, moderado de manera tan patética por Campo Vidal (pena de periodista reducido a ese papelón) y ver cómo se iban pasando los minutos sin poder oir ni una sola cosa de fuste real. Y, por supuesto, sin que por allí asomara, ni remotamente, la más pequeña alusión a qué pensaban hacer ambos prebostes políticos con la cultura. Concepto que tampoco ha aparecido, ni poco ni mucho, en la campaña. Así que no debemos hacernos muchas ilusiones sobre lo que nos espera en el futuro, inmediato o lejano. Estoy por creer que a estas altura, Rajoy ni siquiera ha pensado en mantener el ministerio de Cultura. Y bien pensado, ¿para qué? Si no hay nada que hacer en ese territorio, si no hay contenidos, si no hay presupuestos, ¿para qué un ministerio entero? Con que haya un jefe de negociado que se encargue del Museo del Prado y algunas otras cosillas desperdigadas por ahí, suficiente. Que ya la SGAE se encarga de todo lo demás.

NO QUIEREN APRENDER

Con motivo del pequeño alboroto organizado días atrás a cuenta del Espacio Torner y su cierre hemos tenido la oportunidad de volver (Cuenca) a ocupar esos pequeños espacios que la prensa nacional nos dedica en las contadísimas ocasiones que aquí sucede algo digno de pasar a tan importantes papeles. Y miren ustedes por dónde (también es casualidad), los dos más grandes periódicos (grandes en tirada, no en otra cosa) que tienen asiento en la capital del reino, a saber El País y El Mundo han coincidido por una sola vez en lo que va de año: en llamar Casas Colgantes a nuestras peculiares y artificiales construcciones, tan emblemáticas ellas. Da lo mismo que haya indicadores de caminos, letreros en los planos y anuncios, mensajes de todo tipo: no aprenden sencillamente porque no quieren aprender. Se empeñan en ponerse vendas para ver lo que está escrito, tapones para no oir lo que se les dice. Ellos, a lo suyo. Se les ha metido en la cabeza que unas casas evidentemente colgadas están colgantes. Y uno piensa que si son tan torpes para diferenciar en una cosa tan sencilla dos formas de participio, en qué no se confudirán hablando de asuntos mayores. Paciencia, a lo mejor el lenguaje de los SMS lo arregla.

viernes, 18 de noviembre de 2011

SIEMPRE GOÑI



Ha vuelto a Cuenca Lorenzo Goñi, en el año en que se cumplen los cien de su nacimiento. Ha vuelto a Cuenca Goñi, en la voz de su hija Inés, que estuvo en un acto promovido por la Real Academia Conquense y también con una selectiva muestra de su ingente obra, colgada en las paredes de la ejemplar Galería Jamete que dirige con tan encomiable voluntad el pintor Carlos Codes. Aunque esta ciudad tiene fama (bien ganada) de no haber sabido siempre tratar de manera correcta a quienes a ella se acercan, el caso que nos ocupa puede ser paradójico, porque siendo verdad que el artista se marchó de aquí echando pestes como uno cualquiera de sus famosos gatos, harto del gamberrismo vigente en esos años en la parte alta (y que también padeció Antonio Saura, aunque en este se implicaron cuestiones políticas impulsadas por la extrema derecha) lo cierto es que luego los conquenses han sabido mantener viva la memoria de Goñi, incluso poniendo su nombre en una calle y eso ya es meritorio. Había llegado hasta aquí en 1955, casi a la vez que el fotógrafo Nicolás Muller, ambos invitados por el Ayuntamiento por iniciativa de Federico Muelas, empeñado entonces en que Cuenca saliera del secular aislamiento o desconocimiento en el que llevaba siglos envuelta. Goñi vino, vio y se quedó, incoporando las imágenes de la ciudad a su singular mundo onirico, reproducido en cientos de dibujos publicados en libros y periódicos, singularmente en ABC. Bienvenido sea este reencuentro con el a veces arisco y sin embargo siempre amable y bondadoso Lorenzo Goñi.

NO ES BUENO ESTAR CERCA



Suele -solemos- repetir que entre las muchas ventajas que tiene Cuenca una buena es la de estar cerca de Madrid, lo que permite a todo el mundo ir y volver en pocas horas, tanto en una dirección como en la nota. Eso no siempre es ventajoso. Por ejemplo, si el director de la Real Academia de la Lengua, José Manuel Blecua, hubiera tenido que ir el pasado martes a Bilbao, Barcelona, no digo ya Nueva York o Pekin, lo habría hecho con total seguridad, mediante el procedimiento de sacar con tiempo billete de avión, reservar hotel y demás minucias propias de los viajes. Pero como su cita era en Cuenca lo tenía muy fácil: unas cuantas horas antes llama para decir que le ha surgido un "imponderable" y anula su viaje a la ciudad. Total, para qué ir a un sitio como Cuenca que está ahí, al alcande de la mano, y donde seguramente se van a quedar tan tranquilos con el plantón del ilustre personaje. No, no es bueno que estemos tan cerca de Madrid porque ello facilita estas cosas, impensables en la larga distancia.

UN TEXTO INFUMABLE

Con ese sentido banal que últimamente domina en las informaciones periodísticas, hace unos días se nos ha informado, a bombo y platilla, de la espectacular y "valiosa" aparición de un texto "fundamental" que se daba por inexistente: el Catálogo Monumental y Artístico de la provincia de Cuenca, elaborado hacia 1910 por un autor en principio anónimo pero que parece corresponder a Cristóbal de Castro. El trabajo ha sido encontrado en sus archivos por el ministerio de Cultura, digitalizado por el Instituto del Patrimonio Cultural de España y se conserva en los fondos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Todo este rollo previo para concluir diciendo que se trata de un documento infumable, malo de solemnidad, plagado de errores y perfectamente inútil para cualquiera que quiera conseguir información útil sobre el tema propuesto, o sea, el del patrimonio. Para empezar, el repertorio comprende solo cuatro tópicos, los de siempre, repartidos por la provincia. Nada nuevo y nada interesante. Pero lo peor son los disparates. Aunque el autor asegura haberse recorrido la provincia, el texto contradice semejante aserto y descubre la mentira. Pues si está escribiendo en 1910 ¿cómo es que da por hecho la existencia del puente de San Pablo, de piedra, volado quince años antes? Y si ha visitado la Ciudad Encantada, ¿cómo es que dice que hay otras "ciudades encantadas" en la provincia, citando como ejemplos la Cueva de Cotillas o la de la Judía, que como sabe cualquiera, no tienen nada que ver con la primera? Pero, con todo, lo que más me ha irritado de este texto es la rotunda afirmación de que "Carece Cuenca por completo de arquitectura civil", demostración palpable de que el sujeto en cuestión no comprendió nada, no vio nada, pasó de puntillas sobre esta tierra y su patrimonio. Con lo que el documento en cuestión bien podía haber seguido durmiendo el sueño de los justos donde quiera que estuviese y el Estado, en tiempos de penuria, se podría haber ahorrado el gasto de recuperarlo.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

SI ES PARA MAL, MEJOR



Una vieja norma, seguramente no escrita pero conocida por todo el mundo, es que las malas noticias venden más y mejor que las buenas. La presencia de Cuenca en las páginas de los periódicos (no digo nada de los informativos televisivos) es tan mínima que casi llega a ser inexistente. Menos mal que de vez en cuando se produce por aquí alguna mala noticia y gracias a eso nuestra insignificante presencia en el mundo cobra algo de protagonismo. Pasa estos días, merced a la desesperada iniciativa emprendida por Gustavo Torner, obligado a cerrar el Espacio Torner, en la iglesia de san Pablo, porque quienes le prometieron ayudas (o sea, dineros) ahora caen en la cuenta de que no pueden aportarlo. Si lo hubieran pensado antes (ese antes cargado de imprudentes, temerarios y especuladores) ahora no habría disgustos para nadie pero claro, tampoco saldríamos en los papeles, aunque sea para mal. De paso, la noticia ha generado otras muchas, comentarios incluidos y eso es aleccionador, porque transmite un poco de viveza a la adormilada sucesión de días que marcan el vivir en Cuenca. Ah: la foto es de Santiago Torralba.

martes, 11 de octubre de 2011

TIEMPOS DUROS

Tiempos duros nos esperan, sin duda. En todos los aspectos pero los más fuertes -salud, dependencia, educación- ya están bien tratados en todos los medios, a pesar de lo cual la ciudadanía se dirige, de modo imparable y sin remisión aparente, hacia el matadero colectivo en que nos sumergiremos el 20-N. Es razonable que todo el mundo, en especial los más débil, se quejen del deterioro que va a sufrir -está sufriendo ya- el excelente sistema asistencial, ese sí, el del estado de bienestar, que hemos disfrutado en los últimos años y que ahora se va a ir al garate sin piedad alguna y con la aprobación de la mayoría de los votos (cada vez más mayoría, según las encuestas de hoy mismo) en un extraordinario ejercico de masoquismo colectivo nunca visto. Pero casi nadie dice nada de los tiempos duros, muy duros, que le esperan al mundo de la cultura, asunto del que ya van llegando los primeros indicios, muy llamativos: la supresión del festival de cine de Valencia, la eliminación del premio Azorín en Alicante, el inmediato cierre del centro Niemeyer en Avilés... y lo que te rondaré morena. Porque abierta la sandía, no hay más que ir cortando rodajas, aquí y allá. Tiemblo por lo que nos espera en Cuenca. Nuestros soportes culturales son debilísimos casi todos; apenas alguno está tan consolidado (la Semana de Música Religiosa, quizá) que puede no caer víctima de esta amenaza. Pero ¿y los demás? Preparémonos para lo peor. El tiempo inmediato nos lo irá diciendo con sus pasos contados.

lunes, 10 de octubre de 2011

BREVEDAD PERO NO BUENA


Las cosas buenas, si breves, doblemente buenas, según aserto atribuido a Baltasar Gracián, uno de esos filósofos frandes llegado a menos, pues ya casi nadie lo lee. En realidad, lo que dijo, completo, fue: "Lo bueno, si breve, dos veces bueno; y aún lo melo, si poco, no tan malo". El caso es que todas las cosas son, como también dijo otro clásico de la misma época, según el color del cristal con que se mira. Veamos, si no, lo que ha pasado con el titulado Palacio de Otoño, surgido en Cuenca hace más o menos un año, precisamente en la anterior época de los chopos dorados y las ideas melancólicas alimentando espíritus soñadores. Surgió, vióse durante un tiempo ciertamente breve y se evaporó con la misma indiferencia con que llegó a este mundo. La entrada del palacio otoñal fue muy prometedora. Para empezar, una ubicación espléndida, la antigua casa señorial de los marqueses de Priego, remozada con buen gusto y elegancia, en el mismo corazón de la ciudad antigua, en la Plaza Mayor. Que en semejante sitio surgiera la idea de promover un ámbito cultural, artístico, creativo, novedoso, vinculado a las tecnologías de la modernidad, fue idea ambiciosa e incluso atrevida, llamada a dignificar un ámbito urbano sobre el que han venido a acumularse desdichas sin cuento, no siendo el ruido y el tráfico las menores de todas.
Apareció, pues, el prometedor Palacio de Otoño, con una espléndida exposición colectiva en homenaje a Julián Pacheco. Fue visto y no visto. Quienes fuimos un par de veces y quisimos volver, acompañando a amigos, nos dimos con las puertas (cerradas) en las narices. De la ilusionada e inocente asociación cultural que iba a gestionar el centro no queda ni rastro, como tampoco hubo señales del apoyo económico público que se iba a dar. Las citas anunciadas para después (Alfredo Tobía, Enrique Jaspe), los certámenes, los talleres, las actividades, todo se lo llevó el viento de la brevedad, que en este caso no fue nada bueno. Durante algunos meses, sobre la fachada del edificio siguieron luciendo las banderolas anunciadoras del invento. Luego, ya, ni eso. Bueno, sí, algo queda: la página web, porque lo que se cuelga en la red parece incombustible.

viernes, 20 de mayo de 2011

PROTESTA, QUE ALGO QUEDA




Lo que empezó a suceder en este país el 15-M lo sabe ya todo el mundo. Lo que ha venido después, también. Oigo en una de esas tertulias fachas que ahora proliferan en varias televisiones que buscan negocio en río revuelto, que la movida protestona y callejera tiene su origen en los manejos del pérfido Rubacalba. ¿Qué no será capaz de hacer el todopoderoso ministro del Interior?, podemos preguntarnos a la vista del inagotable caudal de infundios que esta gente lanza sobre él con lo sencillo que resulta aceptar que las cosas son como son, de acuerdo con las leyes intangibles que mueven las voluntades humanas. Están en la calle jóvenes y menos jóvenes, impulsados por un pensamiento que muchos compartimos desde hace tiempo, sin saber cómo canalizarlo: este mundo nuestro necesita un revolcón que le de la vuelta como a los calcetines. Y esta idea no es antidemocrática ni antisistema, como hoy mismo ha dicho en una emisora local un conspicuo mercenario de la vida política, encantado con su papel actual y temeroso, naturalmente, de que el tinglado se le venga abajo. No tengo ni idea de cómo puede evolucionar esto ni cuáles serán las consecuencias, pero me gusta que en las calles de Cuenca haya al menos una simbólica presencia de rebeldes y acampados que aspiran a impulsar ese cambio. En eso hemos avanzado. Ya era yo periodista en activo cuando surgieron las movilizaciones de la primavera del 68 en París y entonces en Cuenca no se movió ni una hoja de chopo, para feliz satisfacción del poder establecido. Ahora, al menos, algo se mueve. Y espero vivir unos cuantos años más para ver en qué queda esta movida.

TETE MANZANET VUELVE A LA CARGA




A Tete Manzanet -Segundo García Manzanet- le gusta decir que es pintor primerizo, casi debutante en estos avatares del arte y la pintura. Ya lo hizo cuando, un par de años atrás, vino a Cuenca, a la ciudad en que había nacido en lejanos tiempos del siglo pasado, para exponer públicamente su primera exposición (la segunda, en realidad, repetición de la primera verdadera, que ofreció en Alicante, la ciudad de su residencia). Con una larga trayectoria detrás, como profesor, estudioso del color y las formas, director de museos, comentarista y conferenciante, nada que tuviera que ver con el mundo del arte le era ajeno, y tampoco lo era la habilidad técnica para dibujar y pintar. De hecho, en Cuenca abundan los dibujos ofrecidos a través de galerías y librerías. Pero nunca se había dedicado, de manera consciente y constante, a pintar, hasta que cumplió los 74 años y con ese marchamo de veteranía juvenil hizo sus primeras apariciones. Parece que la experiencia le ha gustado, pues vuelve a ellas e insiste con una nueva exposición, titulada “El sabor de la forma”, que ha estado abierta en la sala Lonja del Pescado, de la capital alicantina. No estaría mal que esa muestra también viniera a Cuenca donde la primera visita artística de Manzanet causó un verdadero impacto de interés y admiración.

EL PRESIDENTE DE LOS CINES

Desde hace unas semanas, Enrique González Macho es el presidente de la Academia Española del Cine. Seguramente casi todo el mundo recuerda el incidente producido cuando su antecesor, el director Álex de la Iglesia, montó en cólera (y dimitió) en desacuerdo con los planes del ministerio (y de la ministra, la también cineasta Ángeles González-Sinde) para elaborar unas normas encargadas de regular el conflictivo asunto de internet y las descargas, masivas, que todo el mundo (casi todo el mundo) está haciendo de imágenes y sonidos. A lo que vamos: hubo elecciones y González Macho fue elegido. Aunque en sus inicios se dedicó a tareas vinculadas a la producción, el prestigio de este hombre ha venido a través de la distribución (Alta Films es su marca) especializada en películas especialmente comprometidas, incluyendo las primera soviéticas que empezaron a llegar a España en los duros años de la dictadura. Luego pasó también a la exhibición, montó los Renoir en Madrid y fue extendiendo su red de pantallas, hasta llegar en estos momentos a tener 83 en Barcelona, Zaragoza, Palma de Mallorca, Santa Cruz de Tenerife y Guadalajara, habiendo cerrado el año pasado las de Deusto, por mal rendimiento comercial. González Macho es, también, el propietario de los Multicines Cuenca, cinco salas abiertas en 1992 y que vinieron a salvar el cine en Cuenca, tras el parón producido por el intempestivo cierre del Xúcar. La pregunta que me ocurre -se me viene ocurriendo hace muchísimo tiempo- es por qué los Multicines Cuenca no figuran en la potente red de González Macho, con el mismo nombre que los demás. ¿Por qué no se llaman Renoir Cuenca? ¿Por qué no figuran en las publicaciones que edita el productor-distribuidor-presidente? ¿Por qué se les menciona en la web de Alta Films pero no en la de los Renoir? ¿Por qué el sencillo nombre de Cuenca no puede figurar junto a los de las demás ciudades? Poner el nombre de Cuenca en una empresa es un localismo provinciano que sirve lo mismo para un roto que para un descosido. Lo de Renoir nos daría un toque de categoría más allá de nuestros estrechos límites locales, me parece. Ya sabéis: son las tontunas que uno piensa cuando tiene un hueco desocupado en la mente. Con todo, que González Macho esté donde está resulta positivo e interesante.

martes, 3 de mayo de 2011

PROMETE, QUE ALGO QUEDA

Por si alguien no lo sabe, diré que estamos en vísperas de que empiece una campaña electoral con doble objetivo, autonómico y local. Esto que va escrito es, naturalmente, una boutade, pero de algún modo hay que romper el hielo. Pues eso, estamos en campaña ya y desde hace muchos meses, sin necesidad de que se escenifique la ridícula escena de la pegada de carteles. En ese ambiente, los candidatos acuden ahora a pedir la opinión de los ciudadanos, recoger sus quejas, ideas, sugerencias y sueños, elaborar programas y toda la parafernalia que lleva consigo el juego democrático de las elecciones. En ese panorama no podía faltar, naturalmente, que se llame a consulta a colectivos culturales (en sí mismos inexistentes) para elaborar nutridos repertorios de propuestas, condenadas todas ellas, sin excepción, a perderse en el limbo tan pronto como quien sea gane las elecciones y cumple su primera obligación que es olvidar lo que prometió. Pero así son las cosas: vivimos en un teatro, el del mundo, como dijo Calderón, que es también el de la ciudad, el pueblo, la provincia, la región. No conozco a ningún político actual, de los que tenemos al alcance de la mano, que crea realmente en el papel de la cultura como motor de desarrollo y progreso, incluso en lo material, como elemento de potencialidad económica, pero por supuesto más aún en el ámbito del enriquecimiento personal, humano, de cada uno de nosotros. En fin, lamento retórico y un tanto desengañado, desde luego, pero sincero.

martes, 12 de abril de 2011

PÁGINAS CULTURALES


No todo es en este mundo telebasura, telefilmes y Belén Esteban a todas las horas. Cuando menos se espera va y aparece un mirlo blanco, en forma de guía cultural ¡en Cuenca! Eso sí, su primera página está dedicada a la Semana Santa, faltaría más. Don dinero sigue imponiendo su inexorable norma y a lo mejor con el cartel anunciador los animosos muchachos que impulsan este proyecto consiguen vender unos cuantos ejemplares más. Ironías aparte, la empresa es meritoria, como un estímulo novedoso en una ciudad que lleva mucho tiempo adormilada siempre con lo mismo (las mismas quejas, los mismos sueños incumplidos, la misma vulgaridad, idéntico desánimo). Que alguien tenga la idea de poner en la calle (en los quioscos) una guía cultural circunscrita a nuestro ámbito merece recibir un apoyo generalizado. Este primer número tiene buena pinta, está bien hecho, hay un contenido suficiente, aunque ligero, para que nadie se canse mucho leyendo, ofrecen noticias, pistas, sugerencias, incluyendo una dimensión de ocio y gastronomía que no sobra. En fin, que es una agradable sorpresa, a la que deseo el mejor de los futuros y sobre todo uno, esencial en el mundo periodístico: la continuidad, la permanencia. Que la suerte les acompañe.

LA TORRE DE BABEL

No voy a ser nada original haciendo comentarios más o menos sarcásticos sobre el uso y abuso de los diferentes idiomas o lenguas autóctonas que se hablan en el territorio español. Ni siquiera diré alguna palabras que añadir a las que ya han dicho otros comentaristas (unos ilustres y otros menos) sobre la ridícula tontería protagonizada por los señores senadores del reino, obligando a utilizar traducción simultánea para satisfacer la demagógica necesidad de algunos de ellos de hablar en público en su lengua materna mientras a la hora del café o en tertulia con los periodistas utilizan, como es lógico y natural (además de más barato) el idioma común de todos nosotros. Reconozco el derecho de cada cual a hablar como le de la gana y a expresarse de la forma correcta que le parezca. Eso sí, en su propio territorio. Lo que me desconcierta es que esa tendencia se traslade a otros lugares invadiendo el idioma propio de los demás. Iré directamente al grano para no perderme en elucubraciones tan absurdas como otros. En valenciano pueden decir de manera indistinta Alicante o Alacant, según prefieran usar un idioma u otro. Es lógico que lo hagan así en el mismo Alicante y cualquiera puede comprobarlo; mejor aún, en los indicadores públicos coexisten las dos formas y que cada cual lea la que le conviene. Si eso es así y parece razonable, la pregunta es simple: por qué en Cuenca, estación del AVE, donde solo se habla castellano, el indicador escribe Alacant, en solitario. Ni siquiera han tenido la delicadeza de escribir también Alicante. Si eso ocurriera al revés, nos llamarían nacionalistas, colonizadores, abusones y no se cuántas cosas más. Aquí, ya lo ven, tan tranquilos. Igual nos acostumbramos a decir Alacant, de pánfilos que somos.

viernes, 11 de marzo de 2011

CON OJOS JAPONESES

Una imagen habitual, en todas partes y en Cuenca también, es la que ofrece un grupo de japoneses, todos con su cámara fotográfica, captando imágenes a diestra y siniestra. Se trata de una afición casi centenaria (al menos desde que se popularizaron las cámaras fotográficas) y que no decae por más avances técnicos que traiga nuestra civilización. Imagino que son algunas de esas imágenes las que han servido para que un avispado estudio de animación haya diseñado una ciudad inventada, Seize, por donde pululan el joven Sorami Kamata y sus amigos, inventando aventuras y desarrollado creatividad. Muchas veces hemos tenido ocasión de leer comentarios lamentándose del escaso uso que el cine español ha hecho de una ciudad como Cuenca (siempre, de manera rutinaria, hay que tomar Calle Mayor como referencia ineludible). Seguramente es verdad, como lo es también la espléndida utilización que de esas imágenes ha hecho ese estudio japonés. Sora no oto es el título y no se por qué me da que no llegaremos a verla en una de las múltiples televisiones que pululan por las ondas españolas. A falta de ese casi impensable regalo, aquí aporto una imagen, como demostración de que existe.

miércoles, 2 de marzo de 2011

ADIÓS A UN AMIGO

No he visto (leído ni oído) palabra alguna sobre Odón Alonso, que murió hace unos días en Madrid y fue enterrado en Soria, ciudad con la que tenía fuertes lazos, incluyendo la promoción de un Festival de Música que se celebra allí cada otoño. Fue uno de los más importantes directores musicales de este país, quizá el que mejor supo conectar con el público y hacer asequible la música clásica, antes de que llegaran los directores mediáticos que ahora tienen tanto predicamento. Odón Alonso debería haber merecido alguna palabra de recuerdo en Cuenca porque aquí fue una presencia habitual en las Semanas de Música Religiosa, es las que intervenía año tras año al frente de alguna formación; en especial le gustaba dirigir el concierto de clausura, en la bellísima iglesia de Arcas. Un día, el 10 de abril de 1966, le hice una entrevista en la que me decía sobre las Semanas: "Al principio creí que era una idea disparatada, pero desde que sonó la primera nota supe que las Semanas irían adelante". Hasta hoy, al borde de cumplir la edición número 50. Se merece una palabra de despedida esta persona asequible, cordial, comunicativa. Y un gran director de orquesta.

UN TIEMPO TAN DIVERTIDO...

Por si alguien no lo sabe, daré una importante noticia: vamos a tener elecciones dentro de poco. Eso, entre otros maravillosos entretenimientos, significa que muchas, muchísimas personas van a lanzarse a la calle (dicho así, en un concepto amplio) para ofrecer al resto de ciudadanos las más disparatadas e imaginativas propuestas. La mayoría serán de una pasmosa vulgaridad. Por ejemplo, todos nos asegurarán disponer de la fórmula mágica para solucionar el problema del paro, o prometerán implantar la más absoluta hondadez en la vida pública, en la que, nos dirán, no tendrán cabida corruptos, chorizos y sinvergüenzas en general, olvidando los que ya están en activo y vuelven a ser candidatos, con la más absoluta desfachatez. Pero esas son cosas menores. Como vamos de elecciones, se nos va a preguntar qué queremos hacer con nuestras vidas y haciendas. En estos casos siempre me han parecido especialmente divertidos los esfuerzos de muchos políticos, habitualmente desinteresados por lo que sucede en el mundo de la cultura, por conocer las inquietudes y propuestas de "los colectivos culturales". Por ahí anda ahora el director general de la cosa en la Junta de Comunidades haciendo las preguntas de rigor mientras con la boca entreabierta sonrie ante los lamentos de quienes ven cómo cada día disminuye, hasta desaparecer casi, el dinero disponible para hacer teatro, libros, música o lo que sea. Porque el propósito de este camelo es bien sencillo: decirme qué queréis con tal de que no cueste un céntimo.

copiones y plagiadores


Al pobre ministro alemán de Defensa le acaban de defenestrar por haber hecho algo que está a la orden del día: utilizar los buscadores de internet vía google para apropiarse de textos ajenos y añadirlos a los propios, en porcentaje variable, según las fuentes, pues las más malvadas llegan a decir que hasta el 75 por ciento era material de otros. Es lo que tienen los modernos mecanismos de comunicación e información, como saben muy bien los estudiantes gandules y los escritores golfos. Claro que, en una escala de calidades, quizá lo que ha hecho el ex-ministro, copiar para una tesis doctoral, se pueda considerar excesivo, más que hacerlo con un sencillo examen de bachillerato (o universidad). En el mundo de las letras tampoco estamos libres de esta plaga. Por supuesto, escribir un libro es cosa laboriosa, entretenida, que puede ocupar muchos días y, en casos, hasta años, de manera, se dirán algunos, que para qué trabajar tanto existiendo ordenadores, scanneres y fotocopiadoras. Hay ahora mismo en las librerías de Cuenca dos volúmenes que son, tal cual, reproducciones de otros anteriores. A uno de ellos le han cambiado el título, tan ricamente y así parece que es otro distinto. El otro lo mantiene, adaptado para que figure el "nuevo" autor pero por más que se quiera disimular no hay más que abrir la primera página para encontrar nada menos que Cuenca, la famosa guía publicada por Federico Muelas en 1968, sólo que ahora es otro el que lo firma. Cosas veredes y seguiremos viendo, sin duda.

jueves, 17 de febrero de 2011

COSAS DE LA ORTOGRAFÍA

Interesante, muy interesante, el debate entre académicos a cuenta de la reciente reforma ortográfica que a los veteranos sirve para echar por tierra lo que aprendimos (mejor o peor) e intentábamos aplicar a nuestra escritura (también con mejor o peor suerte). Tanto esfuerzo, memorístico y de práctica, eliminado casi de un plumazo. Nuestros queridos acentos (la tilde, que dicen los puristas, esto es, la señal gráfica sobre las palabras) y nuestros guiones separadores de palabras (qué útiles cuando escribimos ex-) van directamente a la papelera, para alegría de los malos estudiantes y los torpes escritores. Sobre ello hay dos jugosos artículos de Javier Marías en "El País Semanal" (30 de enero y 6 de febrero) y en medio otro no menos valioso de su oponente, el también académico Salvador Ordóñez, principal impulsor de la reforma. Su razonamiento también es de peso considerable, pero aún atendido con interés lo que expone, yo me siento más inclinado a seguir las tesis de Marías y sobre todo la conclusión final, nada científica sin duda, y con escaso peso en el mundo de los conceptos tecnológicos, pero muy valiosa desde otro punto de vista, más sentimental si se quiere: nuestro idioma, ahora, es menos elegante y por supuesto mucho más vulgar. Una pena.

martes, 15 de febrero de 2011

UNA FUNDACIÓN EN ESPERA

Ha pasado ya un año y pico (vamos para dos) de la muerte de Diego Jesús Jiménez y la fundación que en Priego llevará su nombre sigue esperando, aunque las noticias son como el habitual juego de las olas en el mar: tan pronto vienen optimistas como se retiran acongojadas, pero en tiempos de crisis y abulia cultural es cuando menos hay que perder las esperanzas porque si no, la derrota es total. No estamos muy sobrados de instituciones de esa naturaleza y menos aún de una que, como esta, hará de la literatura en general y la creación poética en particular su elemento básico, de manera que, aunque sea de forma simbólica, desde aquí le lanzo unas palabras de apoyo y estímulo a su principal impulsor, Juan José Gómez Brihuega, para que su entusiasmo no decaida entre las desdichas de la burocracia. La memoria de Diego Jesús, el carácter literario de Priego y el amor por la poesía bien merecen el esfuerzo continuado.

martes, 8 de febrero de 2011

IMPORTANTE APORTACIÓN AL IDIOMA

En los últimos tiempos no se había realizado ninguna aportación importante al idioma castellano desde el lenguaje conquense. Lejos están ya los tiempos en que desde aquí se inventaron términos como pinocho, morteruelo, zarajo, ¡ea! y otros no menos lucidos que tienen su aquel en ese mar proceloso que es la forma de hablar y entendernos. Más he aquí que sin comerlo ni beberlo (ni esperarlo) en El Picazo acaban de aportar una novedosa terminología que está corriendo con fruición por todas las redes sociales del país. "¡Que t'avian, que t'avian!" grita desesperado el ciudadano de a pie al comprobar que el descuidado ciclista se ha parado alegre (e inconscientemente) en la meta, sin advertir que llegan con precipitada velocidad otros colegas, dispuestos a arramblar con él (como, efectivamente, sucedió). La originalísima forma de expresarse no es, sin embargo, una incorrección, como presuponen algunos incultos alborozados con la juerga del t'avían (dígase así, con apóstrofo), pues ya la sabia doña María Moliner había advertido la utilidad de esa locución: Frase irónica para expresar que la persona en cuestión está en una situación difícil o para anunciar que no le irá bien en algo. Y tanto que no le fue bien al pobre y, a su pesar, ahora famoso ciclista, al que realmente aviaron por las buenas.

lunes, 24 de enero de 2011

FELIPE NAVARRO EN SISANTE

Uno de los lugares más interesantes de la provincia de Cuenca es la villa de Sisante, un auténtico emporio arquitectónico del estilo barroco, con varios edificios singulares de enorme importancia. Entre los muchos elementos atractivos conservados en Sisante se encuentran las pinturas al fresco realizadas por el artista valenciano Felipe Navarro en 1723, en una capilla adosada a la ermita de la Concepción, en pleno centro del pueblo. A pesar de la importancia que Navarro tuvo en su época, a estas alturas resulta prácticamente un autor desconocido incluso en su ciudad natal. Por ello no ha venido mal a los valencianos descubrir a este antiguo creador pictórico a través de la palabra de Leandro Toledano, que une en su persona ser profesor, haber nacido en Sisante y mostrar una afición continuada por poner de relieve las cosas, hechos y valores de su lugar natal. Una conferencia, pronunciada en el Centro Cultural de la CAM “La Lotgeta”, en la capital del Turia, sirvió para dar noticia de la personalidad y la obra de Felipe Navarro, aunque lo mejor, como siempre, es darse una vuelta por Sisante, admirar ese bellísimo lugar, paladear sus obras de arte distribuidas por las calles y, naturalmente, visitar la capilla decorada por Felipe Navarro con frescos alusivos a la Pasión de Cristo.

sábado, 22 de enero de 2011

LA OBRA MERITORIA DEL ABC CULTURAL

Una de las portadas del suplemento cultural castellano-manchego de ABC

El último sábado de cada mes, uno de los periódicos llamados nacionales (término este de nacional que, como se sabe, ya tiene dudosa aplicación en el ámbito de la Nación española) nos ofrece un regalo que, además de valioso, es gratuito, porque va incluido en el precio del ejemplar, sin sobrecargo. Lo ofrece el diario ABC, ese curioso monumento del periodismo que sobrevive a modas, regímenes y tendencias ocupando, ya en el siglo XXI, un muy digno papel entre la marabunta deslenguada y desinformada en que ha derivado la prensa de este país. El regalo en cuestión, para dejar de divagar e ir directamente al grano, es un suplemento titulado Artes & Letras Castilla-La Mancha en el que con la sobriedad pero sobre todo con el rigor que es cosa sustancial en el veterano periódico, se nos habla de lo que dice el título, o sea, sobre la actividad cultural, esencialmente creadora, en esta región nuestra.

Ya se, desde luego, que algo semejante, con distintos planteamientos, hacen también algunos periódicos de nuestro propio ámbito territorial autonómico, pero en ellos casi es una obligación; diría más: tendrían la obligación de sacar un suplemento diario, como hacen con los deportes y otras cuestiones parecidas y no dejar la cultura para rellenar huecos de uvas a peras. Lo excepcional, en el caso del ABC es, justamente eso, que lo hace un periódico de ámbito estatal (ahora sí escribo el término al uso de lo correcto) en el que sólo tienen cabida las noticias de Castilla-La Mancha cuando van acompañadas del inevitable toque de escándalo. Ejemplar la aportaciones del diario monárquico, valiosos sus artículos y, si acaso, por poner un pero, solo queda lamentar la muy escasa presencia de cuestiones procedentes de Cuenca. No se si porque no somos capaces de generarlas o porque no hay comentaristas tan eficaces como los que tienen a su disposición las demás provincias. Atentos, pues, todos los últimos sábados de mes.

viernes, 21 de enero de 2011

PUBLIO SE ENFADA CON LA ACADEMIA

La “Historia de la Fotografía en España”, una de las obras más importantes de nuestro paisano Publio López Mondéjar

Publio López Mondéjar se ha enfadado con la Academia, no la de Cuenca, inocente en este caso, sino con otra de mayores ínfulas, la Real de Bellas Artes, en las que el protagonista de esta nota entró, merecidamente sin duda, hace un par de años. Publio, nacido en Casasimarro, empezó como fotógrafo de a pie y calle pero un buen día descubrió una derivación muy interesante: la recuperación de imágenes antiguas, de las que hay baúles enteros repartidos por nuestros pueblos y empezó a buscarlas, tratarlas, limpiarlas, ordenarlas, estudiarlas y otros varios verbos más. Todo ello con absoluta dedicación personal y técnica. Su interés no se limitó a esa vertiente profesional sino que abarcó también la documental e investigadora. Conclusión: en unos pocos años se convirtió en el más prestigioso historiador de la fotografía existente en España. Ha publicado libros de enorme interés, actúa como comisario de exposiciones, publica artículos y con todos esos pasos ha ido elaborando un gigantesco cuerpo de conocimientos sobre la fotografía española. La Real Academia de Bellas Artes reconoció ese trabajo y le eligió como uno de sus miembros, destacando, entre otras cosas, que con semejante gesto la docta casa abría sus puertas a las nuevas manifestaciones del arte.

Publio se las prometía muy felices. Así me lo dijo, cuando le llamé para felicitarle. “Me van a dar facilidades para hacer cosas”, aseguró confiado. Ahora ha puesto el grito en el cielo. Acusa a la Real Academia de menospreciar la fotografía como arte y como técnica. Seguro que tiene razón.