martes, 30 de abril de 2013

UN GOBIERNO DESESPERANTE


      No lo digo yo, que al fin y al cabo no soy más que un número, un ciudadano explotado, maltratado, como el resto de los españoles (menos la minoría masoquista, encantada con que le aticen en un carrillo y en el otro, mañana, tarde y noche). No lo digo yo, eso de "Un gobierno desesperante". Lo escribió ayer, lunes, Federico Jiménez Losantos, que pertenece a la cuerda gubernamental y lleva años dedicando lindezas a estos muchachos. Si hasta él considera que el gobierno hace lo que no está haciendo, qué podemos pensar los demás. Incluso esta mañana en la dócil y adicta tertulia de Radio Castilla-La Mancha había alguna voz discrepante con la doctrina oficial, gente que piensa que ya está bien y que, en realidad, lo único que desea, lo único que espera, es que este gobierno impotente se mueva, haga algo, tome alguna decisión. Qué ironía tan terrible lo del viernes pasado, en que a bombo y platillo se nos anunciaron nuevas medidas económicas para dar la vuelta a la crisis. La nuevas medidas consisten en no hacer nada, seguir sin hacer nada, continuar adormilados, dispuestos a aburrir a las ovejas humanas. Verdaderamente, esta generación pasará a la historia de la humanidad por su inmensa capacidad para el sufrimiento y el aburrimiento. Un gobierno desesperante. Con un solo propósito: escabullirse, permanecer escondido, no dar la cara, esperar a que escampe la tormenta. Aunque en medio de los rayos y truenos se hunda medio país.

No hay comentarios:

Publicar un comentario