Antonio Moral está de moda estos días, aunque los
medios de información de Cuenca (los impresos y los digitales) no se enteren o
no se quieran enterar. Nacido en Puebla de Almenara (1956), Antonio Moral es
todavía, y ya solo por unos pocos meses, hasta septiembre, director del Centro
Nacional de Difusión Musical, creado en 2010, que agrupa el Auditorio
Nacional, el Centro para la
Difusión de la
Música Contemporánea, el Auditorio 400 del Museo Nacional
Reina Sofía y el Centro de Músicas Históricas con sede en León. Y aunque esas
son las sedes estables, desde ese organismo y bajo su dirección se han
propiciado otras muchas actividades en distintas ciudades españoles, como
Cuenca, donde no hace todavía mucho organizó un concierto de órgano en la
catedral.
Antonio Moral está de moda desde que
el mes pasado anunció que dejaba el cargo, harto de pelear con Hacienda, a la
que considera, como muchos otros, el mayor enemigo que tiene la Cultura en este
país, por la sucesión inacabable de obstáculos, cortapisas y dificultades que,
con el pretexto de garantizar la pureza y honradez del sector público (en el
que, como todos sabemos, pasa lo que pasa y ahí están los tribunales trabajando
a destajo) no hace más que poner inconvenientes para que la labor de un gestor
cultural se pueda desarrollar con una razonable comodidad. Y eso que pasa en la
Hacienda estatal, al más alto nivel, se transmite con idénticas condiciones a
las otras haciendas, las locales, no menos entorpecedoras que las otras.
Moral, que ha trabajado siempre en
el sector privado, donde las circunstancias son otras, no se debía esperar que,
como ha explicado, la mayor parte de su tiempo tuviera que dedicarlo a minucias
administrativas enrevesadas, como le ha sucedido. Y eso, estoy seguro, no lo va
a resolver el nuevo gobierno, por más que quisiera. Hay una estructura
inamovible, que está por encima de las ideologías, los partidos y los gobiernos
y Hacienda va a seguir Hacienda, cualquiera que sea el color de su antes
ministro y ahora ministra.
El protagonista de esta nota está
ahora a la espera de una nueva ocupación que, sin duda, la encontrará de
inmediato. Mientras, se pasea por todos los medios de comunicación que quieren oirlo, para ir explicando su experiencia y, de paso, emitir algunas enseñanzas sobre la Cultura y la Música en este país.
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