sábado, 14 de marzo de 2015

OTRA VEZ CERVANTES


Sábado, 14 de marzo

            El año 2015 va avanzando y en poco tiempo, en cuanto las elecciones nos den un respiro (o, a lo mejor, dentro de ellas), comenzarán a llovernos las ceremonias, seguramente ostentosas y escasas de contenido, impulsadas desde la todopoderosa Junta de Comunidades para conmemorar el cuarto centenario de la publicación de la segunda parte del Quijote. Más, o quizá un poco más todavía, de lo que ya se hizo hace diez años, con los fastos dedicados a la primera parte de la obra cervantina.
            Volvamos la vista atrás, a la perspectiva de hace diez años. En 1905 se conmemoró el tercer centenario de la publicación del Quijote, un acontecimiento que en Cuenca alcanzó un considerable relieve, desde luego no alcanzado por otras celebraciones similares posteriores. Para empezar, hay nada menos que un acuerdo municipal, adoptado en la sesión del 10 de abril, en que el alcalde, Joaquín Zomeño  presentó a sus compañeros de corporación la propuesta de incorporarse a las celebraciones que ya estaban en marcha en todo el país y que en el caso de nuestra ciudad se orientaron de manera específica hacia las escuelas y sus alumnos. El acuerdo se concretó en la designación con el nombre de Cervantes de una calle céntrica de la ciudad, la que entonces se llamaba de la Ventilla; destinar 500 pesetas a la adquisición de objetos para regalar a los alumnos de la escuelas; disponer la presencia de la Banda municipal de Música en los actos programados; aportar cien pesetas a la Asociación de Caridad Escolar para aliviar la pobreza de los niños necesitados que acudían a las escuelas y todo ello en medio de un festivo ambiente popular y callejero. El día señalado hubo una concentración de alumnos de las escuelas de Cuenca en el lugar en que se iban a descubrir las placas, porque eran dos, una en cada extremo de la calle, aunque una se perdió nadie sabe dónde y cuándo, permaneciendo la que está adosada al edificio de la Telefónica.
            El 9 de mayo de 1905 se celebró un festival acordado por la Diputación en sesión del 6. En un periódico de la época, El Profesorado Conquense, el número correspondiente al mes de mayo incluyó de manera monográfica un total de 17 artículos y tres poemas dedicados a Cervantes y a su obra cumbre, siendo uno de estos últimos, el que lleva la firma de Serafín Catalina Martínez, que había sido premiado en el concurso convocado por el Instituto General y Técnico.
            Desde la distancia de estos 110 años contemplo el panorama actual y me pregunto qué se les ocurrirá a los actuales cerebros pensantes para honrar la memoria de Cervantes y de la segunda magnífica parte del Quijote.

            

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