lunes, 30 de abril de 2018

LA REJA VOLADORA DE LA CALLE DE SAN PEDRO



La Real Academia Conquense de Artes y Letras (la RACAL, para entendernos) ha puesto el grito en el cielo y el dedo en la llaga denunciando la chapucera obra llevada a cabo en la fachada del edificio de la calle de San Pedro que ocupa el hotel Leonor de Aquitania, donde había dos rejas históricas, del siglo XVIII, colocadas de manera regular y ordenada a ambos lados de la puerta principal. Había, porque una de ella ha desaparecido de la noche a la mañana y, lo que quizá es todavía peor, sin tener en la mano la correspondiente licencia municipal y sin que la Comisión del Patrimonio se haya enterado de nada hasta que ha saltado la noticia.
Y digo que es lo peor porque si la obra (la chapuza) ya está mal, lo lamentable es que los organismos presuntamente responsables de cuidar el orden, el ornato, la belleza y, a fin de cuentas, la conservación de una ciudad que, como se dice de manera repetida y machacona, es Patrimonio de la Humanidad no estén al tanto de lo que sucede. El Ayuntamiento tiene un departamento de disciplina urbanística para vigilar que las obras se hagan de acuerdo con la normativa; tiene una Gerencia Municipal de Urbanismo a la que hay que pedir licencia de obras; y tiene una Policía Municipal (cierto que invisible) entre cuyas competencias se encuentra precisamente el control de las obras que se realizan en la ciudad. Y está, como es sabido, la Comisión del Patrimonio, que debe emitir informes en cada trabajo que se efectúe en el casco antiguo.
Pues de todo eso, nada de nada. Ahora, después del alboroto, el Ayuntamiento dice que ha abierto un expediente para investigar lo sucedido. Abrir expedientes es algo que las instituciones públicas hacen de continuo, pero nunca sabemos cómo se cierra. En este caso, el asunto es muy sencillo: no hay más que ir echando vistazos a la fachada del hotel, a ver si reaparece la reja o no.
Se admiten apuestas


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