viernes, 21 de octubre de 2016

NÁUFRAGOS EN BUSCA DE POESÍA




Vuelve a Cuenca la tabla de salvación que la poesía ofrece a los náufragos que navegan perdidos por este mundo de contradicciones y desconciertos. Los animosos promotores de este invento retoman el navío por quinto año consecutivo, y contando con el paraguas protector de la Real Academia Conquense de Artes y Letras, en cuya sede del barrio de San Antón, en la última planta de las antiguas escuelas, nos citan por los primeros días del otoñal y generalmente tristón noviembre, convencidos de que, envueltos entre palabras poéticas, encontraremos los estímulos necesarios para continuar sobreviviendo en este mar proceloso (tan emocionante) que es la vida.
El día 4, a las cinco y media de la tarde, se abrirán las sesiones con una conferencia de Francisco Mora y, a continuación, en el resto de la jornada, habrá dos lecturas  poéticas. En la primera intervendrán Antonio Santos, Berta Piñón, Antonio Puente, Enrique Trogal y Ana Lamela. En la segunda, Tomás Rivero, Margarita Mayordomo, Francisco Benedicto, Paloma Corrales y Chelo Candel.
Luego, como no solo de versos viven los seres humanos, habrá una cena fría en el Rothus y a su término, en el mismo sitio, los asistentes y curiosos podrán asistir a una creación sonora de Teo Serna (que, por cierto, estos días tiene montada una más que interesante exposición en la Fundación Antonio Pérez).
La mañana del sábado, día 5, comenzará con la presentación de dos libros, Tierra profana, de la portuguesa Carina Valente (editado por Olcades) cuya introducción estará a cargo de Miguel Ángel Curiel y El verano de los cazadores de luces, de Paco Moral, haciendo la presentación Rafael Escobar. Por la tarde, a partir de las cinco, habrá una lectura poética con la presencia y las voces de Javier Gil, Manolo Marcos, Agustín Calvo Galán y Cecilia Quilez para luego hacer un intermedio en el que se proyectará el poema visual La memoria salina, seguida de otra lectura, en este caso de Juana Castro, que será presentada por José Ángel García, para concluir la fiesta con la voz poderosa de Antonio Carvajal que ofrecerá otra lectura de sus poemas, con introducción de Ángel Luis Luján.
Los impulsores de este invento no ocultan de manera alguna su decidida vocación hacia la figura y la obra de Diego Jesús Jiménez, cuyo Itinerario para náufragos  marcó, ya en el tramo final del siglo XX, un sendero luminoso para la poesía española, con la que ganó en 1997 el premio nacional de Literatura por segunda vez, cosa que hasta entonces no había sucedido con ningún escritor y que, justamente, se le concedió en el mes de octubre de aquel año. El concepto no es exclusivo de Cuenca: en las lejanas y melancólicas tierras gallegas, otros seres en busca de amparo han encontrado también refugio en los bálsamos poéticos y así, desde hace un par de años, vienen celebrando también un encuentro al que han titulado Poemas para náufragos y viajeros.



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